lunes, 7 de diciembre de 2009

¡Los palomacos ya están más que listos para la navidad!

¡Buenas tardes gente!

Desde hace unos días, el blog "Los palomacos de John Woo 2.0" está más que listo para la llegada de la navidad, que en poco más de dos semanas llegará y que con tanta ilusión esperamos. Con lo que, para abrir esta época del año (la última exactamente), os regalo unas cuantas escenas "supergeniales" de películas de renombre internacional.


La famosísima escena de pelea entre el capitán Kirk y el reptiliano que se mueve a la velocidad de la luz.


Sorprendente, ¿verdad? Una pelea intensísima que haría temblar al mismísimo Goku con esos golpes contundentes que se están dando ambos. Aunque en un momento de la escena creo que malinterpretamos mal al reptiliano porque parece que sólo quiere copular (que finolis que soy) con el capitán Kirk. Vamos digo yo porque si no, no me explico como no se lo ha cargado durante el abrazo si es capaz de coger pedruscos enormes con suma facilidad y al capitán le cuesta la vida coger uno que es un tercio de la otra...

Pero no creáis que es esto y se acabó, ¡no qué va! he encontrado también una escena de las más absurdas y estereotipadas de acción que he visto, pero es mejor que lo veáis ahora.


¡Gritemos fuerte y sin cesar! ¡Eso nos hace más machos!


Totalmente inquietante, nada más ver la escena ya podemos identificar quién es el malo sólo porque lleva un cuchillo (como rastrero tramposo que es cuando se trata de una lucha cuerpo a cuerpo), y su cara de sádico cuando lame el filo del cuchillo con sangre como comiendose su alma, ¡eso le hace totalmente malvado! En cambio el bueno, mira al malo con cara de precaución y con incertidumbre en plan "si me obligas a pelear hasta matarte, me obligarás a ello sin que yo quiera", se nota que es el bueno.

Lo mejor de esto es que se pasan toda la escena gritando como machos luchando por una hembra en época de celo y ya, el remate son las partes de los golpes en cámara lenta en un primer plano para plasmar la dureza del golpe y cuando ambos se arrancan sus ropas con una cara de furia desatada acompañado de gritos encolerizantes. Ya no hablemos de la chica que aparece en ayuda del bueno, que también se pone a gritar, recordándome sus gritos a los de Chun-li en Street Fighter II. Luego me da pena cómo el malo es derrotado, estos buenos a veces se pasan, ¿eh?

Ahora os dejo con la mejor, sin lugar a dudas, escena de acción de todos los tiempos: ¡¡el mítico Rambo turco!!


La gran interpretación de los malos al morir es sublime.


Aquí nos encontramos con una película donde el bueno es el típico ser capaz de matar a un millón de malos sin sudar nada y encima, si cabe, es como un personaje de videojuego porque va con su lanzacohetes cogiendo la munición que se va encontrado tirada por todo el escenario como si nada, porque sí, ea, ole ahí.

Hay detalles que son geniales como cuando lanza los cohetes que siempre salen disparados un poco hacia arriba de forma "misteriosa" (ése es el inconveniente de tirar con el hilo enganchando en la punta del misil para fingir el disparo...) y la manera de morir de los malos, que aunque la explosión sea con la misma que la de un petardo, en el plano deben salir tíos que vuelan por todos lados, aunque sean saltos super cutres. Si no es así, hay otras maneras como si explota un misil en el campo y tiene que salir un malo de una choza, abriendo la puerta, para morirse directamente ahí o saltan para hacerlo más creíble...

Lo mejor son las escenas del guaperas de Rambo, que se ve que repiten algunas de ellas sin importarle al director que sea en un intervalo de tiempo menor de 3 minutos pero bueno, es que con tanta locura audiovisual, pues tiran la casa por la ventana y salen cosas como esta escena de acción.

Ya para acabar como colofón final, he aquí una de las parodias indias que más me ha impactado y ese es... ¡He-man indio!


¿¿Quién diablos es el tío que sale a los 25 segundos??


Esto no tiene palabras para describirlo, lo hace la escena misma a la perfección. Nunca tanta locura se había reunido para este clip en el que hasta el mismísimo Skeletor se une a la fiesta con los ojos brillantes al ritmo de la canción. Este tipo de shows deberían verse por aquí a menudo. No tiene precio.

Pues ya está, ¿no te ha gustado esta entrada? pues ajo y agua macho, no puedo hacer más. Pero eso sí, al menos a quienes nunca hayan visto estas escenas, ya saben que todo es posible en el mundo del cine y que "joyas" como estas estarán siempre en el recuerdo de muchos, ¡ya las que se harán en el futuro!

Bueno, pues ale, hacer lo que tengáis que hacer y que lo disfrutéis mucho amiguitos.

Un saludo, Curro.

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